Frases famosas de la filosofía

La filosofía es, según su etimología, el amor a la sabiduría (viene del griego filos: amor y sophia: sabiduría). Es el estudio de problemáticas diversas como son el conocimiento, la mente, la consciencia, la ética, el lenguaje, la belleza, la moral.

Aquí, algunas de las frases más famosas de la filosofía:

No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar (Sócrates)

La peor lucha es la que no se hace (Karl Marx)

Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía (Anaxágoras)

La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, sino de crearte a ti mismo (Bernard Shaw)

Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos (Confucio)

La buena conciencia es la mejor almohada para dormir (Sócrates)

Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace (Jean Paul Sartre)

El corazón tiene razones que la razón ignora (Blaise Pascal)

El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres (Simone de Beauvoir)

Los hombres geniales empiezan grandes obras, los hombres trabajadores las terminan (Leonardo da Vinci)

Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres (Maquiavelo)

La libertad está en ser dueños de la propia vida (Platón)

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que crean y los que disfrutan (Friedrich Nietzsche)

El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace (Leon Tolstói)

Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro ( Descartes)

Lo que ahoga no es caerse al rio, sino mantenerse sumergido en él (Paulo Coelho)

Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo (Oscar Wilde)

Si abordas cada situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces (Adam Smith)

No hagas a otros aquello que no te gustaría que te hicieran a ti, ni te hagas a ti lo que no le harías a los demás (Confucio)

Pensar es fácil, actuar es difícil, y poner los pensamientos de uno mismo en acción es lo más difícil del mundo (Goethe).