¿Qué es la sinestesia?
Aproximadamente el 4% de las personas experimentan algún tipo de sinestesia.
La sinestesia es un fenómeno perceptivo en el que la estimulación de un sentido desencadena experiencias en otro sentido. Por ejemplo, un sinestésico puede ver colores cuando suena música o saborear sabores cuando pronuncia palabras diferentes. La palabra sinestesia proviene de las palabras griegas ‘syn’ para unión y ‘aesthesis’ para sensación, traduciéndose literalmente como ‘unión de los sentidos‘.
Existen más de 70 tipos de sinestesia, que provocan asociaciones entre diferentes tipos de información sensorial, pero lo que todos tienen en común es que las asociaciones son involuntarias, están presentes desde la primera infancia y se mantienen constantes a lo largo de la vida. Se cree que la sinestesia es causada por una conectividad adicional entre las regiones sensoriales del cerebro, por lo que la estimulación de un sentido activa de forma cruzada al otro.
En la década de 1990, a un grupo de sinestésicos de sonido y color se les vendaron los ojos y se los colocó en un escáner fMRI. Cuando les hicieron oír sonidos mostraron actividad en las regiones visuales del cerebro, un patrón que no se ve en los no sinestésicos. Ahora sabemos que la materia blanca, que conecta diferentes regiones del cerebro, está organizada de manera diferente en los cerebros de los sinestésicos, y tienen más materia gris en las regiones responsables de la percepción y la atención.
Todos nacemos con muchas conexiones cruzadas entre las regiones del cerebro, pero para la mayoría de nosotros, estas se eliminan durante el desarrollo temprano. Una teoría indica que esto no sucede en gran medida en el cerebro de los sinestésicos, de forma que terminan experimentando sentidos interrelacionados a lo largo de la vida.
Los filósofos griegos habrían sido los primeros en examinar el fenómeno en el siglo XVII, al preguntarse si el color era una propiedad física de la música. Sin embargo, el primer sinestésico documentado fue Georg Tobias Ludwig Sachs, un médico austriaco que escribió sobre sus propias experiencias con palabras coloreadas y música en 1812.
El interés en el fenómeno se desvaneció durante el siglo XIX y la sinestesia no se reconoció formalmente como una condición neurológica hasta la década de 1980. Desde entonces, los científicos han comenzado a desentrañar las raíces psicológicas, neurológicas y de desarrollo de la sinestesia, pero quedan muchas preguntas por resolver.
¿Qué sentidos afecta la sinestesia?
La sinestesia puede conectar dos experiencias sensoriales, de las cuales muchas no podrías nombrar. Algunas de las más comunes incluyen ver letras o números de colores (sinestesia grafema-color), ver colores cuando escuchas sonidos o música (cromaestesia) y saborear palabras (sinestesia léxico-gustativa).
Las asociaciones exactas varían entre las personas: un sinestésico puede describir la letra ‘t’ como roja, mientras que otro la ve azul. Al parecer esto se aprende durante la infancia. Por ejemplo, los sinestésicos a menudo describen asociaciones de letras y colores que coinciden con los colores de sus juguetes o juegos infantiles.
¿La sinestesia tiene algún beneficio?
Es más probable que los sinestésicos disfruten de las actividades creativas debido a la experiencia sensorial más rica que les brinda, y las personas a menudo informan que canalizan sus experiencias sensoriales inusuales hacia el arte y la música. Los músicos Pharrell Williams, Mary J Blige y Lady Gaga afirman tener cromaestesia (ver colores al escuchar sonidos), mientras que la sinestesia de grafema-color del físico Richard Feynman (ver letras y números de colores) lo ayudó a escribir y recordar ecuaciones.
Entre otros beneficios, la sinestesia de grafema-color se ha relacionado con una memoria mejorada y un procesamiento de información más rápido. En los niños, se asocia con un vocabulario más amplio y una mayor alfabetización. La investigación muestra que los sinestésicos disfrutan de un impulso temprano a ciertas habilidades cognitivas que se mantienen durante toda la vida; los sinestésicos mayores muestran capacidades de memoria relativamente jóvenes.
Aunque la sinestesia suele estar presente desde la infancia, existe evidencia de que los no sinestésicos pueden aprender algunas asociaciones sensoriales y, en casos raros, personas desarrollaron sinestesia luego de una lesión cerebral. Algunos científicos creen que entrenar a las personas para que asocien diferentes sentidos servirá para protegerlas contra el deterioro de la memoria con la edad. Asimismo, se está investigando si la sinestesia entrenada puede ayudar a mejorar condiciones como el autismo, la dislexia y el TDAH.
¿Cómo sé si tengo sinestesia?
El estudio realizado por el profesor Jamie Ward y la profesora Julia Simner de la Universidad de Sussex descubrió que alrededor del 4% de las personas experimentan uno de los tres tipos más comunes de sinestesia. Una persona con sinestesia léxico-gustativa puede describir palabras o números como pequeñas gotas de sabor y textura en la lengua, mientras que las personas con sinestesia del tacto del espejo a menudo describen sensaciones de hormigueo, calor o presión en sus propios cuerpos cuando ven que tocan a una persona. Otros sinestésicos describen ilusiones visuales como formas o auras frente a ellos cuando escuchan palabras o música. Si algo de esto te suena familiar, ¡es posible que tengas sinestesia!
La sinestesia a menudo se agrupa en familias, lo que sugiere un componente genético, pero no es tan simple como que haya un solo gen ‘para’ la sinestesia. Una investigación dirigida por el Dr. Simon Fisher en el Instituto Max Planck de Psicolingüística en los Países Bajos ha identificado seis variantes genéticas asociadas con la sinestesia del color del sonido que están involucradas en la conectividad cerebral y se expresan tanto en las regiones visuales como auditivas del cerebro.
Fuente: ScienceFocus