Los teléfonos utilizan una de tres tecnologías diferentes para leer la huella digital: óptica, capacitiva o ultrasónica. El lector óptico de huellas dactilares es el más antiguo de los tres. Este utiliza una cámara en miniatura especializada para tomar una foto del dedo, a menudo retroiluminada con pequeños LED o la pantalla del teléfono.