¿Qué tan real es la información?
Esto que estás leyendo es información. Una ecuación es información. Tu ADN es información. Podríamos decir entonces que todo es información. No importa si hablamos de ecuaciones, palabras, imágenes o sonidos; puedes codificar todos ellos en cadenas de «ceros y unos» o bits. La computadora que usas está codificando en estos momentos información, usando pequeños imanes, condensadores y transistores para almacenar miles de millones o billones de dígitos binarios. Hoy en día es muy fácil llevar un USB a todos lados o tu mismo teléfono inteligente que es cada vez más sofisticado por lo que no debería ser un gran problema aceptar que cualquier cosa se puede expresar en información. Pero esta idea trae consigo algo más complejo ¿Qué pasa si las «cosas» fundamentales del universo no son materia o energía, sino información? ¿Podría nuestro universo ser solo un montón de bits?
Existe una teoría llamada la teoría de la información la cual se encarga de estudiar la cuantificación, almacenamiento y comunicación de la información. Esta teoría entre otras cosas dice que cada sistema físico, desde un vaso de agua hasta un microchip, contiene unos y ceros en los estados de sus partículas componentes. Los cambios en esos estados podrían llamarse «computación», del mismo modo que tu computadora de escritorio calcula cambiando la información en su memoria.
Para algunos teóricos la información es más que una simple descripción de nuestro universo y de lo que contiene: es la moneda más básica de la existencia. Pero eso es ir mucho más lejos. Continuemos intentando definir lo que es información y tratemos ahora de intentar aceptarla como realidad. Si las «cosas» fundamentales del universo no son materia o energía, sino información y si nuestro universo es solo un montón de bits, ¿dejaría entonces la información de estar en el mundo imaginario y pasaría a ser real, o la información de por sí es real y no solo está en nuestra imaginación?
La segunda ley de la termodinámica establece que la entropía total nunca puede disminuir con el tiempo para un sistema aislado, es decir, un sistema en el cual ni la energía ni la materia pueden entrar ni salir. Un encuadre de la segunda ley es que si se unen dos cuerpos de temperatura diferente, pero aislados del resto del universo, sus temperaturas convergerán, y solo la entrada de trabajo puede hacer que uno se caliente más que el otro: En otras palabras no se puede, obtener energía de esto. La ley se puede resumir de manera más general como «no existe el almuerzo gratis», lo que descarta inventos como las máquinas de movimiento perpetuo.
Pero en 1867 un experimento mental del gran físico James Clerk Maxwell hipotéticamente contradijo la segunda ley creando un demonio…
¿Podemos estar seguros de afirmar que la información no es solo algo que nuestros limitados cerebros inventaron?.
Para más sobre información y el demonio de Maxwell, pueden ver este video